AVERÍAS | El embrague
Como vimos en la entrada anterior, el embrague es el elemento encargo de que la transmisión de par del motor a la caja de cambios se produzca de una forma suave y progresiva, sin tirones ni vibraciones. Si conduces mucho por ciudad, el embrague te habrá dado más de un quebradero de cabeza, ya que su desgaste se produce sobretodo en las salidas desde parado y en los cambios de marcha.
Para ayudarte a diagnosticar los problemas que puede tener el embrague de tu coche en función del ruido que produce y de como se comporta el coche, desde megataller.com hemos recogido los síntomas más comunes y a continuación os vamos a explicar las causas que los producen:
El embrague patina
Es el síntoma más genérico: vamos a salir de un semáforo, aceleramos, el motor se revoluciona pero el coche avanza muy lentamente. Esto, en la mayoría de los casos, se debe a que el embrague está desgastado, y por tanto debemos ir pensando en sustituirlo. También puede deberse a que el embrague esté engrasado por una fuga en el retén del eje primario de la caja de cambios o del cigueñal, por lo que también deberemos cambiar el embrague. Otra razón para que el embrague patine es que el collarín esté en mal estado, por lo que tendremos que sustituirlo.
También puede ser debido a una mala regulación del pedal del embrague, debido a un mal tensado del cable de embrague o a una fuerza de presión demasiado baja de la maza de embrague sobre el disco, lo que nos indicará que la avería está en el circuito hidráulico o en los mecanismos de ajuste automático del embrague.
El embrague da tirones
Comenzamos la marcha, soltamos el embrague poco a poco pero el coche sale tironeando e una forma brusca. Esto puede ser debido a varios factores relacionados con el embrague: los forros están desgastados o engrasados, por lo que habrá que sustituir el embrague, el plato de presión no asienta uniformemente, o la fuerza de la presión es irregular, seguramente por un collarín en mal estado.
También debemos descartar que haya defectos en el conjunto de la transmisión, soportes e motor o caja de cambios.
El embrague está duro
Casi siempre está asociado con un defecto en el sistema de accionamiento del embrague: el pedal, el cable de embrague, el cilindro o los manguitos en caso de que sea hidráulico, el collarín o el casquillo de guía. Es habitual también que con el tiempo la maza de embrague se gripe y nos cueste mucho mover el pedal e embrague, por lo que deberemos cambiar el conjunto de embrague.
Ruidos en el embrague
Pueden ser debidos a desperfectos en los muelles de torsión que van insertados en el disco de embrague, a un mala regulación del sistema de accionamiento, o a desperfectos en el estriado del buje del embrague, el collarín, el casquillo guía o las lengüetas del diafragma.
Las velocidades rascan al insertarlas con el vehículo parado
Esto puede deberse a que el disco no libere por las razones que exponemos en el siguiente apartado o a que el primario de la caja de cambios no llegue a detenerse, seguramente porque el casquillo guía del cigüeñal (donde apoya el primario) está gripado.
El embrague no libera
Al insertar las velocidades con el coche en movimiento, encontraremos que tenemos que hacer mucha fuerza y se producen ruidos. En este caso la causa puede ser que el plato de presión no deje de hacer presión al accionar el pedal de embrague, debido a un fallo en el sistema de accionamiento, a que el estriado del buje o los forros están oxidados o en mal estado, o bien porque el collarín está empotrado. Debemos comprobar también que el plato de presión no está roto.
Estos son los síntomas más comunes que pueden indicarnos que el embrague de nuestro coche necesita una comprobación. En las siguientes entradas hablaremos de cuales son las comprobaciones más usuales que debemos de hacer al embrague para ver de donde viene el fallo, así que estate atento para no perderte nada.