¿Qué es el radiador de nuestro vehículo y para qué sirve?

El radiador es uno de los elementos más importantes de nuestro vehículo en general y del sistema de refrigeración en particular, ya que de él depende que el motor no se sobrecaliente y podamos sufrir una avería de graves consecuencias.

La principal función del radiador es evitar que se produzcan sobrecalentamientos en el motor, para que este trabaje siempre ofreciendo su mayor rendimiento.

Por lo general, el radiador tiene un manguito de entrada de refrigerante y uno de salida, y el propio radiador está compuesto por otros tubos o haces. Desde la parte superior del motor, el refrigerante pasa por el manguito de entrada del radiador con una gran temperatura y llega hasta las haces, por las cuales circula y se enfría gracias al aire que proviene de las aletas del ventilador. Una vez el refrigerante ha completado todo el circuito y está frío, vuelve a la parte inferior del motor a través del manguito de salida.

Comprobar el nivel del líquido refrigerante

Para que el radiador realice correctamente su función, es fundamental que tengamos la cantidad adecuada de líquido refrigerante.

Para saber si el nivel de refrigerante está bajo, no es necesario llegar al punto de que el vehículo nos avise con el indicador de temperatura del motor (si no hay suficiente líquido refrigerante, subirá la temperatura), ya que en el propio bote de expansión del líquido refrigerante podemos encontrar unas marcas de máximo y mínimo que nos indican el nivel adecuado de refrigerante. Además, para que la comprobación sea correcta, se debe realizar con el motor frío y en una superficie plana.

Así mismo, debemos observar el color del líquido refrigerante, ya que si encontramos residuos de color marrón flotando en el bote del líquido refrigerante, podría suponer una avería en el motor ya que se está mezclando aceite con refrigerante.