Mantenimiento y revisiones que debemos realizar nuestro vehículo || Parte I

Los fabricantes de piezas para automóviles suelen informar sobre la fecha límite o el número de kilómetros máximo en los que se garantiza que esa pieza seguirá cumpliendo su función sin llegar a la rotura. Sin embargo, una revisión a tiempo de los componentes fundamentales de nuestro vehículo puede hacernos ahorrar mucho dinero ya que evitaremos posibles averías.

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Por esta razón, en esta nueva entrada vamos a explicar las revisiones fundamentales que se le deben hacer al vehículo para alarga su vida útil.

Líquidos del vehículo

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En un lugar llano y con el motor frío, procedemos a comprobar los diferentes líquidos que tiene nuestro vehículo. Comenzamos por el aceite del motor, comprobando el nivel con la varilla y observando el color y el estado del mismo. Si el aceite está completamente negro, nos indicará que está sucio y deberíamos ir pensando en sustituirlo.

A continuación, comprobamos el nivel del depósito del líquido refrigerante, y comprobamos que no hayan restos de aceite flotando en el depósito, lo que podría indicarnos un problema en la junta de culata de nuestro motor.

Posteriormente revisamos el nivel del líquido de frenos y su color. Cuanto más oscuro sea, más humedad habrá absorbido y por tanto menos eficaz será. No debemos confundir este color con el de otros tipos de líquido de frenos que presentan un color azul oscuro cuando están nuevos.

Para terminar, revisamos el nivel del líquido de la dirección asistida, el de la caja de cambios en caso de que esta sea automática, y el nivel del líquido limpiaparabrisas, comprobando también que sale agua por los conductos del mismo para cerciorarnos de que no se encuentra obstruidos.

Neumáticos

Una de las operaciones de revisión más importantes es comprobar la presión de aire en los neumáticos. El fabricante nos dirá la presión adecuada para cada eje, carga y época del año, y debemos revisarla periódicamente con los neumáticos fríos para comprobar que no ha variado.

Además, también debemos observar el dibujo del neumático, comprobando que no tenga ninguna fisura por la que pueda perder aire, ni cualquier elemento que se haya podido clavar en el neumático y nos pueda producir un pinchazo. Por último, con los testigos del neumático, procederemos a comprobar la profundidad del dibujo, debiendo ser esta superior siempre a 1,6 milímetros.

En próximas entradas seguiremos hablando de las revisiones que debemos hacer a nuestro vehículo para evitar costosas averías. ¡Estate atento para no perderte nada!