La junta de culata: ¿para qué sirve?

«Hay que cambiar la junta de culata». Es la frase que nadie quiere escuchar cuando lleva su coche al taller ya que supone realizar un desembolso económico importante, aunque por desgracia, la gran mayoría la hemos escuchado alguna vez.

Aunque el nombre impone, realmente la junta de culata es un elemento sencillo pero vital en el correcto funcionamiento de nuestro vehículo. En esta nueva entrada de nuestro blog vamos a explicarte qué es exactamente cuál es su función y que síntomas nos pueden indicar que la junta de culata de nuestro coche se encuentra defectuosa.

¿Qué es la junta de culata?

La junta de culata es una lámina indeformable que se sitúa entre el bloque motor (donde se encuentran los cilindros) y la culata (donde están las cámaras de combustión y las válvulas). Como ya os imagináis, en estos dos componentes se alcanzan temperaturas muy elevadas, por lo que la junta de culata debe tener una gran resistencia a la temperatura para poder soportarlas. Además, debe de ser lo suficientemente elástica como para no agrietarse con los constantes movimientos y vibraciones del motor.

Como podemos ver en la primera imagen, la junta de culata cuenta con 4 grandes orificios, uno para cada cilindro y cámara de combustión (en el caso de un motor de 4 cilindros), además de otros huecos de menor tamaño: 8 o 10 orificios para los tornillos de la culata y el resto para los casquillos guía del motor y los conductos de lubricación, por donde circula el aceite, y refrigeración, por donde circula el líquido anticongelante.

¿Cuál es la función de la junta de culata?

Ya sabemos qué es, pero aún no sabemos porque esta pieza es tan importante. Una de las funciones que tiene la junta de culata es la de mantener la hermeticidad entre el bloque motor y la culata, y así poder mantener la compresión en los cilindros para que el motor de nuestro coche funcione perfectamente.

La segunda función de la junta de culata también tiene que ver con la hermeticidad, pero en este caso con la de los circuitos de lubricación y refrigeración, ya que sin junta de culata no sería posible el paso de líquido refrigerante o de aceite del bloque motor a la culata.

¿Qué síntomas me indican que mi coche tiene la junta de culata dañada?

El más común es que al abrir el tapón del depósito del líquido refrigerante nos encontremos aceite flotando en el agua o incluso, en casos más graves, un líquido pastoso de color marrón. Esto nos indicará que la junta de culata no está cumpliendo su función y el líquido refrigerante y el aceite se están mezclando.

También nos encontraremos con que el coche pierde mucho líquido refrigerante y aceite, debido a que al estar la junta de culata en mal estado puede foguear y salir al exterior, y además, estos líquidos pueden entrar en las cámaras de combustión y quemarse junto con el combustible. Esto último, lo veremos en señal de humo blanco saliendo por el tubo de escape.

Otros síntomas son el sobrecalentamiento del motor (cuidado con esto, porque podemos acabar gripando el motor), también podemos notar que el motor funciona de manera inestable o que pierde rendimiento.

Por último, y la pregunta que seguramente todos tengáis rondando en vuestra cabeza es: ¿por qué cuesta tanto sustituir la junta de culata? La respuesta es sencilla, para sustituir la junta de culata tenemos que desmontar la culata completamente, lo que supone un gran gasto en mano de obra. Además, tendremos que sustituir los tornillos que unen la culata al bloque motor, ya que estos se estiran al apretarlos. También deberemos sustituir el aceite y el líquido refrigerante. Y en este caso tendremos suerte, ya que en muchos otros casos, también deberemos planificar la culata, debido a que esta haya perdido su planitud por el sobrecalentamiento.